14 Jun Telecomunicaciones y sostenibilidad: redes más rápidas, limpias y eficientes
Actualmente, vivimos con las telecomunicaciones un escenario de No-Go-Back Point: el desarrollo de la industria y sus efectos positivos en nuestra forma de vida y crecimiento como sociedad son de tal calibre que es imposible desacelerarlos. Pero al mismo tiempo debemos ser conscientes de que sostenibilidad y supervivencia son conceptos que van de la mano.
De nada nos servirá ser una sociedad híper conectada y comunicada, si el planeta y la especie no sobreviven. El mundo teleco, al igual que cualquier otra industria, deben tener en mente cómo afrontar los retos de futuro en su crecimiento con una conciencia sostenible, de la mano de las energías renovables.
Beneficios de unas telecomunicaciones sostenibles
Las telecomunicaciones tienen un notable impacto ambiental, de consumo energético y de emisiones de carbono. Según datos del World Energy Outlook y de Inside Telecom, por ejemplo, la industria de las telecos supone entre un 2 % y un 3 % del consumo energético global. Además, muchos de los componentes utilizados en dispositivos y materiales de fabricación imprescindibles son difícilmente reciclables y no se biodegradan. Apostar por la sostenibilidad en la producción y el funcionamiento del sector de las telecomunicaciones reporta múltiples ventajas Las principales podríamos agruparlas en tres bloques:
Reducción del impacto ambiental
Debido al descenso de emisiones carbónicas y a la utilización de fuentes de energía verdes, la huella de carbono de la actividad del mercado de las telecomunicaciones se reduciría notablemente. Alimentar los centros de datos con paneles solares o elegir materiales reciclados —y reciclables— en la fabricación de dispositivos, por ejemplo, podría suponer un gran impacto.
Mejora del rendimiento operativo y reducción de costes
Desarrollar la actividad dirigidas con criterios de sostenibilidad resulta mucho más económico y provechoso para las empresas de telecomunicaciones. A largo plazo puede suponer un ahorro de 70 % en consumo por cada Gigabyte de energía requerido, según datos de BCG Global. Además, las empresas que apuesten por la sostenibilidad pueden funcionar de forma más eficiente. La consultora McKinsey & Company estima en sus informes más recientes que integrar prácticas sostenibles en la vida corporativa puede implicar un crecimiento en la facturación del 11 % anual, respecto a aquellas que no lo hagan.
Impacto reputacional positivo
Como es lógico, cualquier actor del ecosistema de las telecomunicaciones que se oriente y opere con criterios de sostenibilidad verá una mejora inmediata en sus KPI de reputación. El público, los competidores, los accionistas, otros agentes de otros mercados,… Todos podrán percibir que el compromiso con una actividad sostenible responde a una estrategia a largo plazo que piensa, no solo en la obtención de beneficios, sino en el impacto que la actividad empresarial tiene en el mundo y en sus habitantes. No se trata únicamente de «palmaditas en la espalda», una buena reputación se puede ver reflejada en la cuenta de resultados.
Las renovables también enfrentan la transición tecnológica para una sostenibilidad eficiente
Los mundos de la sostenibilidad y la tecnología, particularmente las telecomunicaciones, están conectados, casi como si fueran vasos comunicantes. Los movimientos en uno de los extremos demandan acción prácticamente idéntica en el otro. Por eso las energías renovables deben mirar a las telecos como aliadas, a la hora de mejorar su eficiencia, gestión y funcionamiento.
Diseñar, desplegar y hacer rendir a plena capacidad una infraestructura tecnológica, que haga llegar con precisión la energía limpia allí donde se necesita, forma parte de los retos de futuro de la industria energética verde. Del mismo modo que el almacenamiento a gran escala. Tanto en un caso como en otro, las TIC y la conectividad pueden ser de gran ayuda para avanzar en una transición tecnológica de la que la sostenibilidad pueda verse beneficiada.