La fibra óptica es una de las tecnologías más extendidas para disponer de una conectividad estable y funcional, a pesar de una demanda cada día mayor tanto en ancho de banda como en seguridad. Como ocurre con otros avances tecnológicos, la fibra óptica debe comprometerse con la sostenibilidad. No hay que olvidar que el consumo energético y la huella ecológica son factores que impactan directamente en la supervivencia a largo plazo de nuestros desarrollos tecnológicos y avances como especie, sin comprometer funcionalidad y consumo de recursos.

Por qué la fibra óptica es una tecnología sostenible

Desde que se iniciaran las primeras experiencias de la fibra óptica como medio de transmisión de datos, en los años 70, la investigación en nuevos materiales ha ido facilitando la utilización progresiva de filamentos más delgados, robustos y duraderos sin que el cambio de medio físico se tradujera en pérdida de calidad o velocidad de señal. Gracias a la fibra óptica de la que disfrutamos actualmente disfrutamos de ventajas que tienen un efecto directo en la sostenibilidad.

• Consumo energético. La fibra óptica permite transmitir datos e información de manera muy rápida a grandes distancias con un gasto de energía relativamente reducido, en comparación con otros medios y despliegues.
• Materiales duraderos. Los cables de fibra óptica gozan de una vida útil larga. Su resistencia y la menor incidencia de daños permite que no se destinen recursos al mantenimiento o las reparaciones y, al mismo tiempo, generan una menor cantidad de residuos.
• Reciclaje: Tanto el vidrio de sílice del que se compone la fibra óptica como el revestimiento de polímero que la protege se pueden reciclar una vez que se cumple su ciclo de vida útil. Esto garantiza una gestión responsable de recursos y una sostenibilidad energética acorde con las exigencias actuales.

La fibra óptica como aliado de las renovables

Las características técnicas de la fibra óptica y las capacidades de conectividad que ofrece la transforman en un apoyo importante, un socio de otras tecnologías verdes que se pueden beneficiar de sus «puntos fuertes». Una planta de energía solar gestionada a distancia o una instalación eólica automatizada sería imposible sin la incidencia directa de la fibra óptica y su capacidad para la transmisión de datos con baja latencia.

¿Cómo desplegar una instalación de fibra óptica sostenible?

Como sucede con cualquier otra infraestructura, la fibra óptica debe mantener una serie de protocolos y buenas prácticas, si quiere respetar unos criterios de sostenibilidad exigentes. Aunque depende de algunos aspectos coyunturales y circunstanciales de cada caso, en cualquiera de los escenarios debe tenerse en cuenta:

• Eficiencia en la planificación. A mayor detalle en la planificación previa equivale un menor tiempo para la puesta en marcha de toda la instalación, así como un uso racional de los recursos materiales y humanos para hacerla posible.

• Sostenibilidad de los materiales. La fibra óptica no se tiende sobre el terreno, sin más. En muchas ocasiones hay que soterrara o ubicarla bajo el océano. Si es necesario utilizar materiales de construcción o elementos de apoyo en la infraestructura es recomendable decantarse por la mayor cantidad de materiales sostenibles posible.
• Reciclaje. Implementar programas de reciclaje y reutilización de componentes de fibra óptica puede reducir significativamente los residuos. Esto incluye la recolección y reciclaje de cables y otros materiales al final de su vida útil.

• Educación. La concienciación y formación en materia de sostenibilidad no está fuera del ámbito de aplicación, cuando hablamos de fibra óptica. Los trabajadores, la comunidad tecnológica y la población en general debe acompañar el disfrute de sus beneficios con programas de capacitación en materia de consumo y gestión responsable de recursos.

La fibra óptica y su interacción con otras tecnologías como la Inteligencia Artificial o el Internet de las Cosas, por ejemplo, pueden ejercer una importante influencia en el desarrollo tecnológico, sin que ello suponga infligir una herida irreparable en el medio ambiente o el calentamiento global.