El metaverso fue uno de los temas recurrentes en el ámbito de la tecnología en el 2022. Protagonista de intensos debates y análisis de los expertos, aún orbitan algunas dudas respecto a sus auténticas posibilidades y el estado real de su desarrollo. Pero también está sobre la mesa un gran entusiasmo en cuanto a las posibilidades que ofrece, ahora que comenzamos el 2023.

Los principales retos a partir de ahora

El camino del metaverso se vaticina largo y, por ello, plagado de «escollos» a solventar. Ninguno de estos obstáculos, no obstante, va a impedir su crecimiento. Sí es cierto que los principales escollos son bastante heterogéneos.

• Tecnológicos. Hasta hace poco las gafas de realidad virtual eran dispositivos cuyo desarrollo y fabricación resultaban costosos y técnicamente ofrecían un número de prestaciones relativamente limitado. Eso ha ido cambiando en los últimos diez años y, por suerte, han mejorado muchísimo la ergonomía, el peso, los materiales utilizados, etc. Además, hay competencia en el mercado de fabricantes y el usuario tiene más opciones a la hora de adquirir dispositivos. A pesar del importante salto adelante, los VR headsets tienen aún margen de mejora.
• De hábitos. El metaverso supone un cambio de paradigma importante en cuanto a la forma de consumir contenido y al modo de relacionarse con la tecnología. La virtualización, la realidad aumentada y el «volcado en realidad virtual» de nuestra vida va cobrando protagonismo. A pesar de todo, la conexión a universos virtuales sigue siendo cosa de un porcentaje relativamente pequeño de la población y la estandarización aún requerirá tiempo. Un ejemplo: la fibra óptica está disponible desde hace décadas, pero aún hay lugares donde es inviable su instalación. No ha sido hasta hace pocos años que se considera un requisito tecnológico «por defecto».
• De costes. El equipo necesario para disfrutar del metaverso plenamente requiere de una importante capacidad de procesamiento, una conectividad de altísima capacidad y unos periféricos determinados. Esto se traduce en inversión por parte del usuario que, además, debe tener un capital en activos digitales para adquirir bienes y servicios virtuales en el metaverso. Los precios se han racionalizado mucho y, actualmente, unas gafas de RV cuestan alrededor de 500€. Este año seremos testigos de una «guerra de precios» de las marcas, probablemente.

Las oportunidades que ofrece el metaverso este año

A pesar de todo lo dicho, el metaverso es un auténtico regalo. Para desarrolladores, para inversores, para apasionados del I+D+i o la innovación. En definitiva, será el usuario quien disfrute de todo lo que el metaverso traerá en 2023. ¿Cuáles son las tendencias?

• Viajes. Hacer turismo sin salir de casa comienza a ser una opción viable para algunas personas, gracias a la tecnología 3D y la realidad virtual. Un estudio encargado por la conocida plataforma de reservas Booking detecta esta nueva corriente. Aunque un 63% no cree que la experiencia sea tan satisfactoria como para tachar un destino de la lista de pendientes, un 51% reconoce que consideraría viajes en los que no había pensado, después de experimentarlos en realidad virtual. Sobre todo si sienten ansiedad ante las nuevas experiencias o los entornos desconocidos.
  

• Inversiones inmobiliarias. Según una encuesta realizara por GamesPad el 45% de sus usuarios considera comprar una propiedad virtual en el metaverso a lo largo del 2023 y el 14% ya lo ha hecho. Los expertos del sector inmueble ya están realizando importantes inversiones, a través de la compra de «terrenos» en el metaverso que pronto conformarán un jugoso mercado.

• Educación y Empleo. Los cursos online vivieron un boom durante la pandemia y el metaverso ya está ahí para explotar y mejorar la vida a los educadores, que pueden hacer uso de muchos más recursos en formaciones virtuales. Además, se están abriendo oportunidades laborales en perfiles de corte tecnológico que hace un par de años no existían: virtual event planner, DJ virtual, desarrollador de aplicaciones VR, etc.