Qué es la fibra oscura y cómo puede beneficiar a las grandes empresas

Se vive un momento espléndido en los ecosistemas tecnológicos. Con el auge de la inteligencia artificial y el aumento progresivo de la conectividad en el día a día empresarial y privado, nos esperan unos años de florecimiento e investigación digital probablemente sin precedentes. Para el año 2030 se espera que la generación de datos nuevos a nivel global alcance los 181 ZB —Zettabytes, donde 1 ZB equivale a mil millones de terabytes—, lo que representa el doble de la cantidad registrada en el año 2022, según datos de Statista.

 

Las empresas que requieran del manejo de grandes volúmenes de datos con baja latencia deben mirar de manera inequívoca hacia la fibra óptica. No obstante, ante una demanda creciente, en paralelo a una generación de datos y un consumo también en aumento, es necesario recurrir a una solución de garantías. La respuesta puede estar en la fibra oscura.

 

 

¿Qué es la fibra oscura?

A pesar de lo impactante y llamativo de su nombre, la fibra oscura no tiene nada que ver con características ominosas, ni con algún personaje tolkeniano de literatura fantástica. Sencillamente se designa el apelativo de «oscura» a aquella fibra óptica que no está «iluminada», es decir, a través de la cual no circulan datos en forma de haces y pulsos de luz. Por decirlo de otro modo, la fibra oscura es aquella que está instalada o tendida, que cuenta con infraestructura, pero que no está en uso en un momento dado.

 

¿Cómo es posible que, con el nivel de desarrollo tecnológico actual exista fibra óptica sin utilizar? No es tan descabellado. Cuando se afianzó el modelo de conectividad a través de la fibra en la década de los años 90 del siglo XX, las empresas encargadas de la instalación de fibra óptica optaron por no ser conservadoras y, previendo una demanda descomunal en el futuro —existía cierta paranoia con el denominado «efecto 2000»— tendieron cantidades ingentes de kilómetros de la misma. Habiendo crecido la demanda desde entonces, lo ha hecho de forma escalonada y no ha alcanzado esas previsiones de consumo tan masivo. Por eso quedan porciones de la infraestructura sin utilizar.

 

 

El mercado de la fibra oscura

Según un informe de Brainy Insights, el mercado mundial de fibra oscura se valoró en 5.950 millones de dólares en 2022, aumentando a una tasa compuesta anual del 11,15% de 2022 a 2030 y se prevé que alcance los 13.850 millones de dólares en 2030. Las principales modalidades en el citado mercado son el alquiler a largo plazo —en contratos que van desde los tres hasta los treinta años— segmentando, bien por el tipo de fibra —monomodo o multimodo—, bien por su sector de aplicación. En España existen dos millones de kilómetros de fibra oscura en total.

 

 

¿Por qué es beneficioso que la empresa haga uso de la fibra oscura?

Cualquier empresa, operadora o conglomerado corporativo de cualquier sector puede optar por la fibra óptica ya iluminada para el tráfico e intercambio de datos. Pero tomar una porción de fibra oscura para uso propio reporta varias ventajas:

 

  • Reducción a largo plazo de los costes. A pesar de que la inversión inicial puede suponer un impacto económico considerable, en el largo plazo se evitan pagos de tarifas recurrentes, sobre costes por aumento o eliminación de límites de ancho de banda u otro tipo de restricciones de servicios.

 

  • Privacidad y seguridad. Al no compartir la infraestructura de fibra con otros usuarios, el tráfico de datos es mucho más seguro y permite una monitorización más estrecha. A pesar de que la aparición de ciber ataques no se puede eliminar por completo sí se reduce ostensiblemente su probabilidad.

 

  • Control. Por el mismo motivo expuesto en el punto anterior, el control sobre la infraestructura es total. La fibra oscura puede configurarse como un activo más de la empresa, abierta a una configuración totalmente a medida, tanto en prestaciones como en anchos de banda o aplicaciones.

 

  • Capacidad ilimitada y escalable. La fibra óptica ofrece una capacidad virtualmente ilimitada para la transmisión de información. El crecimiento de la empresa, su internacionalización o el incremento en la demanda de ancho de banda no puede suponer un problema, cuando se dispone de infraestructura propia, gracias a iluminar fibra oscura.

 

Es muy probable que, en los próximos años —entre 2025 y 2030— observemos cómo el mercado de la fibra oscura se abre como una oportunidad de inversión y desarrollo tecnológico digital apetecible para empresas. Tanto aquellas que cotizan en bolsa como las que, sin tener tal dimensión actualmente, sí prevean crecer de manera importante en un futuro próximo apoyándose en la digitalización



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