En pocas ocasiones en la historia reciente se han vivido episodios como el actual: dos innovaciones tecnológicas de gran calado coinciden en el tiempo, como son la inteligencia artificial y el 5G. Ambos avances técnicos tienen el potencial por sí mismos para transformar profundamente la actividad económica y empresarial de prácticamente todos los sectores. Pero la combinación de las dos tecnologías puede incrementar aún más los beneficios y las transformaciones.

Y, además, puede generar un impacto económico global de mucha relevancia. Según un estudio de ABI Research, 5G & AI. The foundations for the next societal and business leap, combinar inteligencia artificial y 5G representará 17,9 billones de dólares en 2035, lo que equivale al 0,7 % del Producto Interior Bruto global. Es lógico que la «tendencia natural» de ambas tecnologías converja hacia el trabajo en tándem. Pero ¿Cuáles son esos beneficios y cómo interactúan entre sí ambas innovaciones?

Las empresas están apostando por la inteligencia artificial ¿Por qué?

No se trata únicamente de «subirse a la ola de la IA» porque está acaparando atención, ni mucho menos. Los modelos de inteligencia artificial generativa proporcionan diversos beneficios a empresas de diversas esferas diferentes. Por ejemplo:

• Sistemas más eficientes. Los modelos de inteligencia artificial aplicados a sistemas tecnológicos ya en funcionamiento los convierte automáticamente en más eficientes, siempre y cuando el modelo esté bien «entrenado» con los datos y el contexto adecuados.
• Productividad y eficacia en los procesos. Al mismo tiempo todos los procesos productivos en los que intervenga la IA pueden generar el mismo resultado en mucho menos tiempo, ya que está pensada precisamente para automatizar uno o varios de esos procesos de manera eficiente y sin intervención humana.
• Menos complejidad operativa. Unos procesos eficientes equivalen a mucha menos complejidad en las operaciones de cualquier empresa en casi cualquier sector, bien sea industrial, retail o cualquier otro. Esto equivale a que la organización puede centrarse en la excelencia en cada punto de la cadena de valor, sin temer que esta pueda «flaquear», ya que está cuenta con asistencia smart, por así decirlo.
• Menos errores igual a menos costes. Procesos eficientes y rápidos sin fallos. Esto depende, como hemos dicho del correcto «entrenamiento» del modelo de inteligencia artificial para la tarea concreta pero, una vez logrado esto último los errores prácticamente desaparecen. Y eso equivale a un ahorro de costes directo.

El 5G es el ‘colchón’ perfecto para la inteligencia artificial

La principal razón de que el 5G puede ser el aliado perfecto para la inteligencia artificial es que genera las condiciones idóneas para que ésta pueda hacer su trabajo de manera eficiente. La tecnología 5G permite la transmisión de una cantidad muy importante de información a una latencia realmente baja. Esto equivale a que la inteligencia artificial, tanto en su proceso de «entrenamiento» como a la hora de desplegar su capacidad lógica, pueda funcionar a la máxima capacidad posible sin que el resto del sistema se resienta.

Recordemos que una de las principales virtudes de la inteligencia artificial es que «aprende» lo que debe hacer buscando patrones, analizando estructuras de información, realizando búsquedas y buceando entre los datos que se le proporcionen para una tarea concreta. Pero que, una vez en funcionamiento, ese proceso de «aprendizaje» no finaliza para la IA, sino que se incrementa en progresión geométrica.

Esto se traduce en un consumo de ancho de banda importante, que podría lastrar el correcto funcionamiento del conjunto. Por lo que el 5G permite que todas las operaciones y procesos obtengan los resultados que se esperan de ellos con fluidez y sin resentirse. Invertir en inteligencia artificial actualmente es una decisión estratégicamente correcta pero, hacerlo también en tecnología 5G es garantizar que esa decisión pueda sostenerse en el tiempo y no sea flor de un día.