La conectividad y las telecomunicaciones hacen nuestra vida mucho más fácil. Hasta el punto de hacerse totalmente imprescindible, especialmente en fechas como las navideñas. Bien sea para comunicarnos con los seres queridos, bien para hacer de dinamizadoras del comercio y el ocio digital.  

Pero la industria de las telecomunicaciones y la tecnología en general debe prestar especial atención a la sostenibilidad. No solo porque es un agente importante que consume energía y genera residuos —es la responsable del 3 % del consumo energético mundial y genera un 2 % del total de emisiones de carbono de todo el planeta—, sino porque puede contribuir a cuidar al Medio Ambiente sin dejar de cumplir sus funciones. 

El impacto de las telecomunicaciones en el área de la sostenibilidad

La conectividad, las comunicaciones y la tecnología de la información, por abarcar un espectro amplio, enfrentan una permanente dicotomía. Por un lado facilitan actividades que reducen el impacto ecológico, como el teletrabajo o la deslocalización y la automatización. Por otro, esas mismas actividades son responsables de un impacto directo en el Medio Ambiente a causa del modo de funcionamiento y consumo energético de dispositivos, centros de datos e infraestructuras de red. 

Este impacto puede verse incrementado de manera puntual en fechas concretas, como las navideñas, por ejemplo, debido al aumento del tráfico de las redes 5G, la mayor demanda de transmisión de datos o el incremento de conexiones en formato de texto, imágenes y vídeos. Esto, si no se gestiona adecuadamente puede causar un daño mucho mayor que el habitual. 

Algunas estrategias para reducir el impacto ambiental

Tanto las empresas del sector privado —tengan que ver con las telecomunicaciones o no— como los usuarios finales y los consumidores tienen un papel importante, que debe ser proactivo, a la hora de mitigar el impacto ambiental de la industria. Obviamente, los medios y la capacidad de cada uno de ellos para hacer frente a esa gestión del impacto ambiental son distintos, aunque las estrategias de base son idénticas: 

• Optimización del consumo energético: Uso de fuentes renovables de energía en data centers y redes, así como en el consumo doméstico y personal, siempre que sea posible.  

• Promoción del reciclaje de dispositivos electrónicos: Fomentar la economía circular disminuye los desechos electrónicos y las emisiones asociadas. Con una sociedad acostumbrada a una elevada rotación de dispositivos cada año o cada dos años —aún mayor en el caso de algunas empresas—, dirigir los hábitos de consumo hacia la economía circular siempre es un elemento que resulta positivo. 

• Educación al consumidor: Sensibilizar sobre prácticas sostenibles hasta que formen parte de la cultura corporativa. En el ámbito de los consumidores finales, hábitos simples, como apagar totalmente los dispositivos cuando no están en uso, en lugar de mantenerlos en reposo, puede marcar la diferencia. 

Los últimos avances tecnológicos pueden ser aliados en sostenibilidad

La inteligencia artificial (IA) y el 5G están transformando el sector de telecomunicaciones y contribuyen significativamente a reducir su impacto ambiental, algo que puede suponer un antes y un después en la gestión de la huella ecológica de la tecnología. 

La inteligencia artificial hace posible una mejor optimización energética, ya que la IA puede predecir y ajustar el consumo de energía en tiempo real, reduciendo el desperdicio. Además, es mucho más fácil una gestión eficiente de redes, al identificar picos de uso, permite una distribución de recursos más equilibrada.  

Por su parte el 5G hace gala de una mejor eficiencia energética, ya que las redes 5G consumen menos energía por bit transmitido en comparación con tecnologías anteriores. Además, es un soporte imprescindible para un Internet de las Cosas (IoT) sostenible, porque facilita soluciones inteligentes en transporte, agricultura y ciudades smart —o algunos desarrollos de las mismas que ya se están implementando—, lo que contribuye a una reducción de emisiones en diversos sectores. 

Celebrar una Navidad sostenible en telecomunicaciones implica un esfuerzo conjunto tanto de empresas como de consumidores. Adoptar prácticas responsables y el usar la energía de la manera más eficiente posible, junto con la implementación de tecnologías avanzadas puede minimizar el impacto ambiental del sector, haciendo que disfrutemos plenamente de ellas sin preocuparnos por el «precio» en sostenibilidad que debemos pagar para hacerlo.