No disponer de conexión a Internet en la escuela es equivalente a no tener escuela, en la actualidad. Es así de sencillo, aunque parezca duro. Esta situación es la que se vive en aproximadamente un 21% de las poblaciones rurales en España. La situación más allá de nuestras fronteras es aún peor: en Combia un 70% de los colegios y escuelas no disfrutan de conectividad y carecen de los equipos necesarios, en Argentina esta cifra estaba en el 74% cuando impactó la COVID-19; en muchas zonas de la Amazonía el problema trasciende la conectividad y comienza con la ausencia de electricidad en provincias enteras.

Más allá de la cobertura o no de señal, la conectividad es solo una parte del problema. Si existe conexión a Internet, pero esta es de baja calidad, no resulta estable y el ancho de banda es insuficiente para la transmisión de datos… la conectividad puede considerarse casi decorativa. Además, son necesarios recursos tecnológicos para aprovechar esa conexión, cuando existe: equipos actualizados, tablets y pizarras digitales, recursos de reciclaje y capacitación tecnológica para el profesorado, materiales didácticos adaptados con enfoque TIC, etc.

Financiación pública para afianzar la conectividad rural

Según el I Informe sobre el consumo de Internet en la España Vaciada, elaborado por Kantar para Eurona, el impacto de la brecha digital en zonas rurales se extiende más allá de las aulas. Los habitantes de zonas rurales se conectan un 10% menos a Internet al día que la media española. Usan un 9% menos las aplicaciones de mensajería instantánea y un 13% menos el email, escuchan un 12% menos de música en streaming y ven un 10% menos de vídeos, consultan un 8% menos las páginas web de medios de comunicación y hacen un 13% menos de videollamadas.

El citado estudio advierte de que «la brecha digital es una barrera latente, que priva a las personas que viven en pequeños municipios de tener acceso a los mismos servicios y a las mismas oportunidades» pero también asegura que «Internet puede convertirse en un revulsivo para todas las zonas rurales que están sufriendo una reducción de servicios básicos».

Para solventar esta situación se necesitan recursos. La Estrategia España Digital 2026 contempla una inversión de 140.000 millones para, en parte, atacar la fuente de estos problemas: la ausencia de infraestructuras y la consecución de un 100% de cobertura de Internet en todo el país. Al menos un 20% del presupuesto de los fondos NextGeneration de la Unión Europea también se centran en este área.

La conectividad por satélite, un foco de esperanza para las escuelas rurales

A la espera de que estas inversiones surtan efecto, tanto para mejorar la conectividad como para desarrollar plenamente el despliegue del 5G, aquellas poblaciones del medio rural que pretendan alcanzar una mejor conexión a Internet pueden recurrir al la vía del satélite para reducir la brecha digital.

Mientras se extienden las infraestructuras necesarias y se tiende la fibra óptica necesaria —allí donde es posible—, la conexión a Internet vía satélite ofrece a las escuelas del medio rural el acceso inmediato a un ancho de banda adecuado a los estándares de exigencia actuales, además de una baja latencia en la transmisión de datos. Todo ello con una inversión relativamente baja, tanto en la instalación de la antena como en al adquisición de routers para acceder a Internet. El ministerio, a través de las subvenciones del plan Red.es, costea la instalación de estos equipos, dejando a los usuarios el coste de la tarifa de conexión según el proveedor, que oscila entre los 20€ y los 50€.

Aunque la despoblación rural es una realidad multifactorial y tremendamente compleja, la dotación de conectividad a los centros educativos de estas zonas puede sacar partido de un aspecto que es exclusivo de estos contextos y que puede enfocarse en positivo: la mayor dispersión por edad en cada aula puede favorecer un mayor grado de atención a cada alumno que, con los recursos TIC apropiados, puede recibir un nivel de atención y una enseñanza con una calidad media superior a la recibida en centros educativos urbanos.