03 May Fibra óptica plástica y de cristal: para qué sirven y en qué se diferencian
Estamos seguros de que, si lo piensas, te darías cuenta de que tu vida es prácticamente imposible sin una conexión a Internet. Vale, a lo mejor no «imposible», pero sí muy difícil. ¿Sabes todo lo que hay que saber de la tecnología que permite que estés conectado a tu trabajo, a tu vida social, a tu familia, tus amigos o a tus aficiones y pasiones? ¿Sabías que existe existe una fibra óptica plástica y una fibra óptica de cristal? Ni son lo mismo, ni tienen las mismas aplicaciones.
En la fibra óptica lo que importa es la luz
Antes de entrar en detalles y en diferenciar distintos tipos de cable dejemos claras las bases. Simplificándolo mucho, la conectividad de la fibra óptica es posible porque un pulso de señal lumínica recorre un filamento extremadamente delgado, al final del cual existen unos emisores y receptores. El receptor interpreta la presencia de luz como un uno y su ausencia como un cero, es decir, la luz puede «hablar» lenguaje binario. Hablamos de intervalos de tiempo de micro segundos. Esa virtud y la posibilidad de tender cables de fibra óptica a grandes distancias, sumada a la capacidad de la luz para viajar a 300.000 Km/seg. convierte a la fibra óptica en uno de los medios predilectos para transmitir datos en la actualidad.
Fibra óptica plástica: barata y para iluminar, casi siempre
La FOP o fibra óptica plástica recibe este nombre porque este es el material el prevalece en su fabricación. Esto la convierte en un cable físicamente muy flexible y la solución más propicia cuando el tendido de fibra tiene que acometer curvaturas pronunciadas. La FOP es relativamente barata, así que es indicada para aplicaciones con presupuestos relativamente limitados. Debido al índice de refracción de la luz con el que cuenta el plástico, no obstante, la señal y con ella los datos que transporta pueden experimentar cortes y pérdidas en grandes distancias.
Esta debilidad de la fibra de óptica plástica la coloca como desarrollo tecnológico apropiado en aquellas situaciones en las que la transmisión de datos no es importante, pero sí lo es la luz en sí misma, como en la instrumentación médica y quirúrgica de precisión, por ejemplo. A pesar de ello, la fibra óptica de plástico se utiliza para usos de conectividad en la Industria 4.0, siempre y cuando se trate de conexiones entre distancias de corto recorrido, o de alcance delimitado.
Fibra óptica de cristal: más cara, pero más estable y para llegar más lejos
Todas las carencias de la fibra óptica de plástico las suple la fibra óptica de cristal. El vidrio tiene un índice de refracción y unas características estructurales de material que permiten la transmisión de señal lumínica a mucha más distancia. Estas virtudes de la fibra óptica de cristal son también las que evitan que haya tantas pérdidas o inconsistencias en esa señal como en la fibra óptica de plástico. A diferencia del plástico, eso sí, el cristal es más frágil y susceptible de roturas, por lo que no es apropiado para tendidos intrincados.
Por otro lado, el coste es un poco más elevado, en el caso de la fibra óptica de cristal. A pesar de ello es el método de transmisión predilecto cuando se requiere un ancho de banda considerable, mucha estabilidad y la conexión de puntos geográficamente muy distantes entre sí a través de cables de fibra óptica submarinos, por ejemplo. Lógicamente, esto es precisamente lo que la convierte en el método de conectividad «favorito» en el mercado de las telecomunicaciones.
Aunque son distintas en su estructura física y en sus posibles aplicaciones, las fibras ópticas plástica y de cristal parecen equilibrarse y complementarse entre sí en lo relativo a virtudes y defectos. Es por eso que son, cada una en su contexto, versátiles, prácticas y muy convenientes a la hora de satisfacer distintas necesidades. No necesariamente vinculadas con el mundo de la conectividad, pero sí de manera mayoritaria relacionada con la transmisión de datos a gran velocidad.