07 May España quiere liderar el mercado de las energías renovables en Europa
Si durante el año 2020 los parqués mundiales vivieron un incuestionable «furor tecnológico», parece que el año 2021 bursátil estará protagonizado por las energías renovables. Especialmente en España, donde la apuesta del Gobierno por la transición ecológica se suma a la voluntad de las empresas de afrontar de una vez por todas la ISR — Inversión Socialmente Responsable —. El caldo de cultivo ideal para el «despegue» de las inversiones en el «sector verde» y un marco de acción propicio para que socios estratégicos del sector tecnológico contribuyan a su desarrollo.
En estos momentos la Bolsa española, por encima del sector privado incluso, está concentrando el apetito inversor a corto plazo en energías verdes. España, cuyas OPV más destacadas estarán protagonizadas próximamente por entidades «puras» de energías renovables, se suma a una tendencia que ya es sólida en Europa: las OPV de energías limpias han recaudado en los últimos doce meses 336 millones de dólares. Muestra clara de la voluntad de la Unión de cumplir sus propios plazos y eliminar por completo las emisiones contaminantes para el año 2050.
Ventajas españolas para el desarrollo de las energías renovables
No es extraño que se haya dado el «pistoletazo de salida» en el parqué nacional. Las más importantes empresas del mercado energético saben que ha llegado el momento de dar un paso firme. Y darlo, además, con sentido común. El índice S&P Global Clean Energy Index llegó a situarse el 138% en 2020, pero ya se están llevando a cabo correcciones del mercado hasta situarse en un más realista 16%. Los expertos creen que los movimientos deben de centrarse más en la eficiencia y los desarrollos a largo plazo que en proyectos «faraónicos» que no lleguen a implementar todos los megavatios previstos.
Tanto las condiciones orográficas como climáticas nacionales resultan propicias tanto para la energía solar como para la eólica, por ejemplo. Esto podría ubicar a las energéticas españolas a la cabeza de las transformación de las energías renovables en toda Europa, una evidencia que parece que subyace en el espíritu inversor.
Diego Aguinaga, director de banca corporativa y de inversión de BNP Paribas, asegura que «España es un mercado de renovables puntero. Sus niveles de rentabilidad son mayores para el inversor en renovables que en otros países de Europa».
Aprovechar las fuentes de energía renovables apoyándose en la tecnología
Uno de los principales obstáculos del desarrollo de la energía renovable es la elevada inversión. Las centrales renovables requieren de un enorme «músculo financiero» para iniciar sus primeras fases de despliegue y desarrollo. Por eso resulta de capital importancia la eficiencia de las mismas. Tanto en la extracción, como en el aprovechamiento y distribución de la energía.
En ese sentido, implementar desarrollos tecnológicos en las centrales, como la fibra óptica o el 5G permitirán maximizar, tanto su rendimiento como el aprovechamiento de los recursos financieros destinados a las mismas. A través de la sinergia con partners tecnológicos las grandes empresas del sector de las energías renovables pueden, entre otros avances:
- Gestionar las centrales con inteligencia artificial.
- Realizar una gestión eficiente en remoto.
- Distribuir la energía de manera efectiva con datos en tiempo real.
- Responder de manera adecuada ante picos de consumo y demanda.
- Agilizar procesos, rutinas logísticas.
- Mejorar la comunicación de manera vertical y horizontal.
- Minimizar los costes de mantenimiento y acortar los plazos de reparación.
- Aprovechar las virtudes del cloud computing.
Todo parece indicar que este será el año de las energías renovables, efectivamente. Y que España puede adquirir una posición prominente respecto a sus socios de la Unión para liderar, no sólo la transferencia tecnológica y el cambio de paradigma energético. También la recuperación económica.