30 Abr El Internet por satélite llega al techo de los medios de transporte
El desarrollo de la tecnología móvil continúa su avance con el objetivo de transformar para siempre, tanto las comunicaciones como el transporte y sus infraestructuras. En esta última esfera se está avanzando en diversas líneas de manera paralela. Se trata, no solo de la implementación del 5G y de inteligencia artificial en vehículos, carreteras y sistemas de comunicación terrestre. También el Internet por satélite jugará un importante papel en los transportes globales.
Redes satelitales privadas como Starlink continúan su progresivo despliegue. Con ello pretenden ampliar la cobertura de Internet a zonas rurales hasta ahora inaccesibles en términos de conectividad. Pero también están poniendo la vista en la ampliación de su rango de acción. Recientemente ha presentado una solicitud a los reguladores norteamericanos para establecer antenas de recepción de internet vía satélite en diferentes «estaciones terrestres en movimiento»: con esto hace referencia, no solo a coches, sino también a camiones, barcos y aviones.
Internet vía satélite para transformar el transporte y la logística
Acontecimientos recientes, como el incidente del buque Evergiven en el Canal de Suez, dan muestra de la importancia que una fluida red global de transportes y una logística «engrasada» puede tener en el desarrollo de las economías mundiales. Aportar mejoras, avances y facilidades en este terreno apoyadas en la tecnología no parece, por tanto, una aspiración de visionarios sino un movimiento estratégico global al que muchas empresas y gobiernos deberán sumarse.
Peticiones como la de Starlink no deben sorprender, por tanto. Actualmente la empresa de Elon Musk ofrece a sus usuarios la posibilidad de adquirir un kit de instalación que incluye antena y móvil. No obstante este equipamiento — que requiere una auto instalación — no parece la opción más «cómoda» para acoplar en vehículos, aunque es una posibilidad que técnicamente existe, gracias a una serie de complementos de montaje.
La idea es que, en un futuro a corto plazo, muchos fabricantes incluyan este equipamiento de recepción de Internet por satélite en los diferentes medios de transporte. Esta instalación «de serie» facilitaría enormemente la adopción del internet satelital como un estándar, así como expandirá sus beneficios.
Camiones con acceso permanente 24/7 a Internet de alta velocidad, con independencia de la orografía, los obstáculos físicos del medio rural o las zonas de «vacío de cobertura» terrestre; barcos con acceso constante a banda ancha de 175 Mbps; trenes y vehículos de menor tamaño con posibilidad de gestión remota y optimización de rutas y tiempos de entrega,… Las posibilidades, tanto para Starlink como para otras empresas que apuesten por Internet satelital, son prácticamente ilimitadas.
Internet por satélite avanza en Europa
Si continuamos con Musk como referente, el magnate ha asegurado recientemente que la adopción de banda ancha satelital en sus vehículos Tesla es «algo que definitivamente podrá suceder en los próximos años». Mientras tanto SpaceX continúa su expansión. En España ha abierto su división en formato beta y a nivel global ya dispone de 1.000 satélites en órbita.
Según la consultora Euroconsult, en 2018 el 55% de los ingresos de los operadores de satélites procedía del transporte y difusión de señales de vídeo y televisión. Para 2030 el 80% será generado por servicios de datos La estimación de Euroconsult aporta una explicación de por qué proliferan tantas iniciativas privadas como la de Starlink con el lanzamiento de nuevas constelaciones de satélites.
Se trata de aprovechar la oportunidad de llevar el acceso a Internet hasta las zonas remotas de América Latina y África, así como a la población rural en Europa y Estados Unidos.
Aunque el paso adelante de Internet por satélite en el transporte es una meta que llegará de manera inevitable, tanto en el continente europeo como en otras zonas de América y África, el desarrollo de la infraestructura aún está en un paso inmediatamente anterior. Es por esto que los implicados en el sector, con un menor músculo financiero que SpaceX, se están apresurando en invertir en Internet por satélite, para no «perder su lugar» competitivo de cara al futuro.