En los últimos cinco años el desarrollo de la conectividad y la digitalización en diversos sectores económicos es más que evidente. Sin embargo, en los últimos meses se han dado grandes pasos adelante para terminar de afianzar la infraestructura necesaria que requiere el establecimiento definitivo de la red 5G o el despegue de otras tecnologías complementarias, como Internet of Things.

Contribuir y apuntalar ese ecosistema, tanto por parte del Gobierno, como por parte de operadoras neutras, distribuidoras y demás empresas públicas y privadas es una de las condiciones indispensables para aprovechar al máximo el Fondo de Recuperación Europeo Next Generation. Este impulso económico en favor de la conectividad y la digitalización podrían suponer para España una inyección de hasta 140.000 millones de euros en los próximos seis años.

PYMES, 5G, digitalización y cambio de paradigma

Gracias a este «cambio de paso» y al nuevo foco puesto sobre la automatización, la conectividad y las nuevas formas de trabajar y relacionarse, muchas pequeñas empresas pueden transformar considerablemente su comportamiento en el mercado. Y también la manera en la que afrontan su día a día.

Gracias al 5G podrá aumentar hasta cien veces la velocidad de transmisión de datos. El ancho de banda también se incrementa — hasta mil veces —, lo que permitirá la conexión simultánea en la misma red de hasta cien dispositivos. Además, también hará posible la transmisión de muchos más datos mucho más complejos y «demandantes», como el vídeo en definición Full Ultra HD o en un futuro cercano, construcciones de realidad aumentada.

El 5G en combinación con el Internet of Things permitirá a las PYMES enfrentar su actividad con mucha más comodidad, con un abanico mucho más amplio de posibilidades — tanto en su relación con sus clientes como con sus proveedores — y con negocios plenamente conectados. Esto hará posible una nueva forma de trabajar, pero también de gestionar sus negocios, de comunicarse, comprar, vender, pagar impuestos, moverse e intervenir en un mercado competitivo.

Hacia la integración «orgánica» de la tecnología 5G

Este proceso de digitalización conlleva un evidente impacto, una inversión determinada y un camino de «asimilación» por parte de todos los actores implicados — sobre todo en el sector de las PYMES, más alejadas de la tecnología — a distintas velocidades. No obstante, tanto las inversiones como los desarrollos estratégicos que ya se están llevando a cabo persiguen una asimilación completa de tecnologías móviles como la del 5G.

De hecho, según afirma Federico Ruiz, director del Observatorio Nacional 5G, se está trabajando para que dejemos de percibirla como tal y no seamos conscientes del concepto mismo o del hecho de vivir conectados: «No se trata únicamente del ancho de banda. Se trata de que llegará el momento en que dejemos de notarla, haremos cosas realmente complicadas de manera fácil. Desaparecerá la impresión de estar conectados, la baja latencia nos hará olvidar de hecho que existe una red 5G detrás».

El 5G y el Internet of Things hará de la conexión una acción tan natural como respirar, por lo que tanto para las grandes empresas como para las PYMES, el hecho de disponer de conectividad total no sólo no será un proceso disruptivo, sino que se asimilará de forma tan natural como tener al día la contabilidad o estar al corriente de las obligaciones tributarias. Aunque este escenario de integración «orgánica» de la tecnología no está muy lejos, aún tenemos que esforzarnos por hacerla llegar a todos y asentar hoy los cimientos firmes que permitirán un aprovechamiento tecnológico máximo el día de mañana.