A medida que se extiende el conocimiento sobre qué es el blockchain y cómo funciona, un mayor número de empresas están comprobando su potencial de aplicación en los campos más variados, extendiendo sus miras más lejos del universo ‘cripto’. De hecho, empiezan a ponerse en marcha en toda Europa proyectos innovadores que aprovechan las características de la tecnología blockchain para  mejorar áreas tan esenciales en el trabajo del día a día como la prevención de riesgos laborales. Blockchain y prevención ¿Cómo es posible?

El blockchain como garantía de trazabilidad

Una de las principales preocupaciones de las empresas que se dedican a la prestación de servicios es la protección de sus empleados y la garantía de su seguridad. La empresa española Grupo Eulen es una de ellas. Hasta el momento, todo el equipamiento de protección para su plantilla — cascos protectores, arneses para trabajos en altura, máscarillas y EPI’s anti COVID, etc. — se entregaba «de forma segura» pero manual, según asegura el director técnico comercial de Servicios Auxiliares del Grupo Eulen, Guillermo Pérez Morales. El proceso de verificación de entrega y recepción también era analógico, mediante la firma de un albarán en papel.

Eulen ha llegado a un acuerdo con atSistemas — también con sede en España — para digitalizar todo este proceso. En el frontend los empleados encontrarán una aplicación conocida y de uso fácil: el correo electrónico. Haciendo clic sobre un enlace que les llega por e-mail confirmarán que han recibido el equipo de protección y prevención. Pero en el backend es donde se aplica la tecnología blockchain. En este caso, según detalla José García Cueto, director de Unidad de Negocio de atSistemas, en una primera fase se está creando una red blockchain que hará de «sostén» del entramado.

Eulen, por su parte, «podrá controlar en un entorno web, tanto la entrega de los equipos como el estado de cada uno de ellos» con fiabilidad total, ya que el blockchain impide el borrado de información de cualquier registro. Todo está basado en smart contracts, según asegura García Cueto. Tras los seis primeros meses de prueba, Grupo Eulen espera diseñar sus propios protocolos y aplicar el blockchain en otros procesos. Porque, efectivamente, la tecnología blockchain extiende sus posibles implementaciones.

Cinco beneficios de la aplicación del blockchain para las empresas

Aplicando la tecnología blockchain en cualquier área de trabajo de las organizaciones que lo permita se obtienen diversos beneficios. Entre ellos:

• Mejor digitalización (y más segura). Al tratarse de una red distribuida de registros y de información, el acceso remoto a documentos y transacciones es más fácil y, además, cada uno de esos accesos crea una huella auditable que da fe del único camino posible que los datos han seguido dentro de esa red.
• Menos riesgos. El blockchain ofrece procesos distribuidos e incorruptibles, por lo que los riesgos operacionales para las empresas se reducen considerablemente. Gracias a la posibilidad de programar y codificar transacciones — de información, no solo monetarias — con smart contracts, la posibilidad de errores se reduce a cero.
• Menos pérdidas. La información se crea dentro de una red cerrada y cada bloque depende del bloque precedente. Por lo tanto, gracias al blockchain se pueden automatizar las conciliaciones, por ejemplo, para reducir los errores humanos en estos procesos.
• Más barato. La eficiencia operativa, inherente a toda digitalización, mejora. Se reducen los costes de cumplimiento, se expone mucho menos el balance general, también se reduce el coste de la cobertura regulatoria y el de la administración de riesgos.
• Nuevos mercados. Se abre la posibilidad de explotar el mercado de la «verdad» de los datos o One Truth. Es posible ofrecer como proveedores las bases de datos incorruptibles, descentralizadas e inmediatas que necesitan las organizaciones de todas las industrias.

Teniendo en cuenta estos beneficios y tomando como referencia ejemplos como el de Grupo Eulen, es seguro que el blockchain está llamado a cambiar para siempre la vida de las empresas. De forma tan transversal como ya lo  hiciera en su día el propio Internet.