Data center sostenibles: eficiencia energética y reducción de la huella de carbono

En un proceso rápido e impetuoso, los data center se han convertido en pocos años en los núcleos estratégicos de las sociedades y las economías digitalizadas. Sin duda, la capacidad de almacenamiento y procesamiento de estos nodos resulta imprescindible para operar con normalidad en nuestro día a día, desde las actividades más cotidianas a las más exigentes. 

 

Pero estos actores esenciales de la digitalización llevan asociado un elevado coste energético. Un data center prototípico consume de media en torno a 876.000 MW/h al año, lo mismo que consumen decenas de miles de hogares tipo. Hacer sostenible a largo plazo el proceso de digitalización global requiere estrategias y sinergias con otras tecnologías de vanguardia. 

 

 

Energías limpias para los data center de hoy y de mañana 

Una de las estrategias prioritarias, por evidente y también por efectiva, es la adopción de energías renovables como fuente principal para alimentar los data center. El proceso de descarbonización y reducción de emisiones pasa por invertir en fuentes energéticas verdes como la eólica, la solar o la hidroeléctrica. La progresiva reducción de la dependencia de la tecnología con los combustibles fósiles es la primera piedra para construir un futuro tecnológicamente avanzado, pero respetuoso con los recursos disponibles y con el entorno en el que operan. 

 

Muchas empresas están implementando desde ya mismo acuerdos de compra de energía (PPA) con proveedores de energías renovables, garantizando un suministro constante, monitorizable y predecible de energía limpia. Además, la instalación de paneles solares en los techos de los data center y la participación en proyectos eólicos a gran escala son hoy estrategias comunes para abrazar la sostenibilidad y reducir la huella de carbono, tanto en proyectos de data center ya en funcionamiento como en instalaciones planificadas para el corto y el medio plazo. 

 

 

Tecnologías de vanguardia para abrazar la sostenibilidad 

A pesar de esta apuesta por las energías verdes, se necesitan más vectores de actuación en aras de la sostenibilidad, dado lo demandante a nivel energético que puede resultar un data center y la previsión de que esa demanda aumente en el futuro. Una de las causas por las que estos nodos de procesado de datos consume tanta energía es el hecho de que se calientan con rapidez al funcionar y necesitan ser refrigerados de manera permanente. 

 

La refrigeración a través de la circulación de aire ha sido la manera tradicional de hacer frente al calentamiento de los servidores, pero esta se ha mostrado ineficaz e insuficiente a partir de cierto nivel de rendimiento. Por eso se están analizando las posibilidades de apostar por tecnologías de vanguardia para el enfriamiento de las máquinas en los data center. Una de las más prometedoras es la refrigeración líquida. 

 

En esta modalidad, todos los componentes electrónicos se sumergen por completo en un refrigerante líquido especial, que no afecta a los circuitos y que permite que estos sigan funcionando aún en inmersión total. Esto provoca que la refrigeración sea más rápida, más efectiva y consuma menos energía, por lo que resultaría una modo totalmente compatible con la sostenibilidad. Además, permitiría aumentar la eficiencia, ya que en una misma superficie de un determinado data center se podrían ubicar un mayor número de servidores, sin que una mayor densidad acarrease un consumo energético proporcionalmente mayor. 

 

 

La optimización, otro factor clave

 

La optimización de la infraestructura es otro pilar fundamental de la sostenibilidad en los data center. Esto implica implementar medidas como la virtualización, a través de la cual se pueden consolidar servidores físicos en máquinas virtuales, reduciendo la necesidad de hardware y el consumo de energía asociado. También el diseño eficiente de los pasillos fríos y calientes. Esto permite optimizar el flujo de aire si no se ha optado por la refrigeración líquida, para evitar la mezcla de aire caliente y frío, mejorando la eficiencia del enfriamiento. 

 

Una gestión eficiente de la energía también permite implementar sistemas de monitorización y control para mejorar el consumo de energía en tiempo real, identificando y corrigiendo deficiencias, si estas se detectan. La modernización del hardware y su sustitución por uno eficiente y, sobre todo, de bajo consumo, también puede resultar determinante. 

 

Aún quedan muchos pasos y compromisos por acometer, pero la toma de conciencia sobre la importancia de la sostenibilidad es ya una evidencia. Y, como la transición digital es un proceso imparable, parece claro que el futuro de los data center va a estar ligado de manera inevitable al uso eficiente de energía verde. 

 



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