En momentos como los actuales, tanto la resiliencia digital como la transferencia tecnológica son aspectos de especial importancia para todos los países del mundo. La Unión Europea lleva años trabajando en una serie de medidas coordinadas para alcanzar objetivos estratégicos relacionados con ambos aspectos antes de 2025. Por eso elabora cada año, entre otras herramientas de diagnóstico, el Índice de la Economía y las Sociedades Digitales (DESI).

En este informe se valoran el nivel de competencias digitales, la conectividad, el uso de Internet por parte de la ciudadanía y la integración tecnológica en los sectores público y privado. España ha avanzado en todos los aspectos clave y se posiciona como líder en despliegue de fibra óptica a nivel europeo.

La red nacional de fibra óptica es la mejor de todo el continente: en España, gracias al trabajo entre otros de operadores neutros como lyntia, hay más fibra óptica que en Francia, Alemania, Reino Unido e Italia juntos. Esta sólida infraestructura de conectividad ha permitido al país — al menos desde el punto tecnológico — afrontar mejor el impacto provocado por la crisis del COVID-19 y mirar con cierto optimismo los retos que se aproximan y de los que también advierte el DESI.

Escasa penetración de la tecnología y la conectividad en las PYMES

Una de las realidades más preocupantes que se derivan del análisis que establece el DESI es que la inmensa mayoría de las PYMES de la Unión Europea no emplea la tecnología, ni saca el máximo partido de la transferencia digital. La Comisión Europea encargada de elaborar el DESI advierte que sólo un 17% emplea servicios en la nube, un parco 12% establece análisis de big data y sólo un 17,5% vendió productos y servicios en línea a lo largo del 2019.

Por supuesto hay que analizar la realidad que reflejen los datos de 2020, que pueden presentar algún incremento respecto de estas cifras, debido al efecto de las sucesivas cuarentenas. Pero parece claro que Europa aún debe avanzar en ese terreno. España, debido a su privilegiada posición en cuanto a conectividad, puede tener el camino mínimamente allanado, aunque debe seguir trabajando para alinear sus estrategias de digitalización en el Plan de Recuperación del COVID-19 para Europa.

Mejora el rendimiento digital de España, que se acerca al TOP 10

A pesar de que aún queda camino, nuestro país ha avanzado notablemente, según los datos que recoge el DESI, en comparación con datos de años anteriores. Respecto de sus socios europeos se mantiene en uno de los cinco indicadores clave — el de la conectividad — y avanza en los otros cuatro, lo que le permite acercarse a los países con mayor rendimiento digital de Europa: Finlandia, Suecia, Dinamarca y Países bajos. Actualmente España ocupa el puesto número once.

Parece patente que debemos continuar en la senda del aprovechamiento de nuestra excelente red nacional de fibra óptica. En total, nuestro país cuenta con más de 10.000 instalaciones conectadas por fibra. Se trata de un 2% más que nuestros vecinos europeos — según la consultora Analisys Mason —, lo que nos ofrece una ventaja competitiva y la posibilidad de incrementar la integración digital, sobre todo en el sector privado, tal y como aconseja la Comisión Europea a los veintisiete estados miembros.

Desde nuestra posición de operador neutro estamos convencidos de que lyntia puede contribuir a lograr esta meta. No sólo para sortear la crisis económica derivada del Coronavirus en toda Europa. También para establecer a España como una de las naciones de referencia continental en lo relativo a conectividad.