El desarrollo acelerado y las distintas aplicaciones de la inteligencia artificial mantiene en un nivel altísimo las expectativas de los expertos respecto de su uso a corto y largo plazo. El público también está observando con curiosidad y asombro los distintos casos de uso, sobre todo con los modelos de inteligencia artificial generativa en terrenos vinculados al entretenimiento y la creatividad.

Es muy necesario articular un cuerpo legal y ético que regule la implementación y aplicación de modelos de inteligencia artificial. Del mismo modo es probable que, tanto ahora como en el futuro, los humanos deban permanecer siempre supervisando todo lo que haga la IA. Sin embargo, la inteligencia artificial tiene el potencial para transformar de manera importante todos los terrenos en los que tenga algún grado de aplicación. Y las telecomunicaciones son una de estas áreas de interacción de relevancia, donde puede suponer un gran catalizador de cambios ¿Cómo podrán ser estos cambios?

Mejoras en las telecomunicaciones con IA para operadores

Gracias a la inteligencia artificial los distintos actores del sector de las telecomunicaciones podrán intervenir de forma estratégica en un área de importancia en el desarrollo económico y social. Sobre todo incidiendo en terrenos como la eficiencia a través de la automatización, la mejora de la calidad y la toma de decisiones cualificadas, gracias a un Big Data convenientemente procesado por IA. Y esto por citar solo algunas posibles vías de acción. Además de estas también podrán establecerse:

• Nuevos productos y servicios. Por la acción de la inteligencia artificial las operadoras podrán analizar en una fracción de tiempo una enorme cantidad de información de relevancia para ellas. De este modo podrán detectar antes oportunidades de negocio y mercados en los que colocar productos y servicios ad hoc, ahora mismo inexistentes o poco desarrollados.
• Una red mejor gestionada. Con herramientas de IA es posible identificar y analizar de forma mucho más eficiente el tráfico cualificado de datos en las redes, reducir notablemente los tiempos de espera, evitar o reducir notablemente las interrupciones de suministro, etc.
• Más y mejores dinámicas comerciales. El análisis con inteligencia artificial de los datos de los clientes permite diseñar y poner en marcha estrategias comerciales prácticamente diseñadas de manera individualizada para las necesidades y el contexto concreto de una única persona, algo impensable hasta hace pocos años.
• Menos tareas rutinarias. Todas aquellas labores repetitivas que, también en el sector de las comunicaciones, resultan tediosas o proclives a generar fallos y malas interpretaciones, pueden verse mejoradas gracias a la aplicación de inteligencia artificial: cierres de ejercicio, ciclos de facturación mensual o trimestral, emisión y recepción de documentación comercial y legal de los clientes son solo algunos ejemplos. Gracias a la IA también se reducirán de manera importante los fraudes, ya que es en este terreno donde son más habituales los intentos de phishing y otras prácticas delictivas

Mejoras en las telecomunicaciones con IA para clientes

Igual que las operadoras, los clientes también se verán beneficiados por la acción de herramientas de inteligencia artificial en el mercado de las telecomunicaciones.

• Interacciones más «naturales». Hoy en día la relación del cliente con la operadora se realiza a través de sistemas automatizados. A pesar de que son bastante eficientes, para algunos escenarios la interacción con humanos sigue siendo la preferida por los clientes. La inteligencia artificial hará que los intercambios con la empresa, aún siendo automáticos, respondan a patrones más orgánicos y efectivos.
• Experiencia de uso personalizada. El análisis de datos permitirá a las operadoras de telecomunicaciones garantizar que cada cliente disfrute de una experiencia diseñada y pensada casi exclusivamente para su caso concreto. Esto garantiza un mayor grado de satisfacción y una tasa mayor de permanencia.
• Mejores recomendaciones. El mismo análisis de datos hace posible que las ofertas, lanzamientos, productos y servicios disponibles no sean iguales para dos casos concretos, sino que estén adaptados al historial del cliente en cuestión, a sus preferencias, a sus gustos y unas necesidades muy específicas claramente identificadas.