Conectividad en la nube: Importancia de la seguridad y transmisión de datos

Gracias a los constantes avances tecnológicos, nuestra actividad diaria se está viendo beneficiada por la conectividad en la nube. Tanto en entornos profesionales como en tareas de nuestra vida personal, poder volcar un elevado porcentaje de información en entornos no físicos, sin que se resienta la velocidad de las transmisiones o la integridad de la información, genera un escenario de grandes posibilidades. Sin embargo, como en cualquier contexto donde intervenga el intercambio de datos, mantener la seguridad como una prioridad en cualquier sistema resulta esencial.

 

 

Ventajas de la conectividad en la nube

Si bien podía resultar una incógnita en un primer momento, el trabajo con información digitalizada en entornos cloud ya es habitual, tanto en ecosistemas corporativos como privados. Esto ha permitido comprobar una serie de beneficios que no han hecho sino afianzar la conectividad en la nube como un acompañante confiable y ya habitual. Estos beneficios son, entre otros:

 

  • Accesibilidad. Una de las principales ventajas de la conectividad en la nube es la posibilidad de acceder a la información de manera simultánea y deslocalizada. No importa el dispositivo del que hablemos, la localización del usuario —o la red de usuarios— o el volumen de in formación del que se trate. Gracias a la nube se puede disponer de los datos inmediatamente y pueden hacerlo varios usuarios al mismo tiempo.
  • Productividad. Lo expuesto anteriormente incide de manera directa en la productividad y la agilidad de los sistemas pensados para aprovecharse de la conectividad en la nube. Más rapidez de funcionamiento, menos recursos de almacenamiento necesarios y procesos mucho más eficientes.
  • Colaboración. Cuando todo un equipo de personas puede acceder a la misma cantidad de información de manera rápida y efectiva en tiempo real, las dinámicas de trabajo colaborativo experimentan una mejoría prácticamente exponencial. Lo que, a su vez, favorece entornos más creativos y propensos a la innovación.
  • Escalabilidad. Gracias a la conectividad en la nube no hace falta que las personas o las organizaciones se preocupen por un potencial crecimiento y, con él, un aumento de las necesidades de almacenamiento de datos en el futuro. La ampliación de la capacidad de una nube es sencillo, económico y no merma la capacidad de la citada nube, por lo que no es fruto de preocupación.

 

 

Los retos de la conectividad cloud están relacionados con la seguridad de los datos

Todas estas ventajas no hacen sino afianzar a la nube como un activo tecnológico de importancia. Pero para garantizar un flujo de datos confiable hay que prestar muchísima atención a la seguridad de los datos. De nada sirve aprovecharse de la nube si la información almacenada en la misma es vulnerable. Para garantizar que la conectividad es segura se pueden tomar una serie de medidas.

 

  • Encriptar la información. De este modo, aunque se produzca algún tipo de vulnerabilidad, los datos son inviolables, porque no pueden ser descifrados.
  • Controlar los accesos. A través de sistemas de gestión de accesos y usuarios, claves de seguridad y otros sistemas de protección y ciberseguridad.
  • Protocolos de seguridad. Cuanto más robustos y testeados estén, así como cuanto más frecuentes sean los ejercicios de monitorización, más segura será la nube de la que estemos hablando.

 

Las empresas apuestan por la seguridad de la nube

 

La cantidad de los beneficios mencionados —sobre todo en materia de infraestructuras y productividad— decanta a muchas empresas hacia la reorganización y el diseño de sus sistemas de trabajo para apoyarse en la nube de manera prioritaria. Y, al mismo tiempo, esas mismas empresas están incrementando su inversión en software seguro, firewalls, protocolos de ciberseguridad y otros mecanismos de protección de datos.

 

La inversión anual de las empresas españolas en ciberseguridad y en la protección de datos está en constante crecimiento. Según un informe reciente, la inversión en tecnología de las empresas españolas alcanzó los 60.000 millones de euros en 2023, con un aumento del 5% respecto al año anterior. Esta tendencia de incremento se espera que continúe, con un crecimiento adicional del 10% en 2024.



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