12 Jul El rol de las telecomunicaciones en la gestión de desastres y emergencias
Contar con una buena infraestructura de telecomunicaciones y con una conectividad eficiente se nos hace imprescindible, en el día a día. Si esto es efectivamente así, imaginemos cuán vital resulta esta misma capacidad de comunicación en un contexto de peligro e inestabilidad extrema, como un desastre natural o ante emergencias de cualquier tipo —sanitaria, medioambiental, social, etc.—. Desde un tsunami hasta una pandemia global, pasando por un incendio, un enfrentamiento bélico o una crisis migratoria. En todos los escenarios las telecomunicaciones tienen un peso estratégico fundamental.
¿Por qué resultan tan importantes las telecomunicaciones ante emergencias?
En una situación extrema como cualquiera las descritas anteriormente, y aún en otras similares, intervienen varios cuerpos de especialistas, técnicos y personal especializado: médicos, bomberos, personal militar, responsables de transporte, gestores de infraestructuras, responsables de colectivos locales y organizaciones vecinales, etc. Para todos ellos la comunicación efectiva resulta imprescindible.
Evacuación y alerta temprana
En situaciones de desastre natural sobre todo, aunque también en otros contextos, es necesario alertar a la población de la evolución de una situación cambiante. Pensemos en una erupción volcánica, un huracán, un incendio o un terremoto. En muchas ocasiones existen sistemas de alerta que hacen posible evacuar las zonas con mayor riesgo y poner a salvo a las personas. Aquí resulta importantísimo que los cauces de telecomunicaciones sean eficientes.
Coordinación entre distintos servicios
Todos los profesionales que hemos citado anteriormente requieren, casi siempre, comunicarse entre sí y actuar de manera coordinada. Y normalmente cada agencia o colectivo cuenta con protocolos de telecomunicaciones propios. No obstante, en situaciones de emergencia, esos protocolos se unifican para que las acciones que se lleven a cabo se adopten con el conocimiento en tiempo real de las organizaciones implicadas.
Agilidad en la toma de decisiones
. Actuar de manera decidida y proactiva puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte, en situaciones extremas. Y ninguna decisión es más acertada que aquella que cuenta con información actualizada y de calidad. Por eso las telecomunicaciones son una herramienta imprescindible para recabar datos en tiempo real y actuar en consecuencia sin dilación.
Retos de las telecomunicaciones durante emergencias en zonas remotas
Cualquier situación de desastre o emergencia supone un reto para los servicios implicados, en núcleos de población urbanos. Pero lo es aún más en entornos de difícil acceso, relativamente mal comunicados o alejados de nodos de telecomunicaciones. En estos últimos contextos resulta aún más importante si cabe responder con efectividad.
Por eso disponer de infraestructuras —torres de comunicación, nodos de 5G, receptores satelitales, etc.— que puedan cubrir potenciales carencias es una inversión que las administraciones y los responsables públicos deben acometer sin dudas. Sobre todo porque, en situaciones potencialmente peligrosas son estas zonas precisamente las que padecen las peores consecuencias.
¿Cómo proteger las telecomunicaciones?
Habiendo destacado la importancia que tienen para situaciones graves y peligrosas, las telecomunicaciones deben ser tratadas como el activo estratégico que son y, como tal, debe ser protegido. Para ello suele recomendarse:
- Implementar sistemas de alimentación eléctrica ininterrumpida o UPS y establecer generadores de respaldo.
- Reforzar las torres de comunicación ante situaciones climáticas extremas.
- Ubicar las torres de telecomunicaciones en zonas montañosas altas.
- Realizar simulacros para identificar fallos en el sistema y mejorarlo.
Las telecomunicaciones son una herramienta esencial en la gestión de desastres y emergencias. Su capacidad para facilitar una comunicación rápida y eficiente, emitir alertas tempranas y coordinar esfuerzos de respuesta es vital para salvar vidas y mitigar daños. En zonas de difícil acceso, los desafíos son mayores, pero las soluciones tecnológicas y las medidas de protección adecuadas pueden asegurar que las comunicaciones permanezcan operativas en los momentos más críticos. Proteger y mantener las infraestructuras de telecomunicaciones debe ser una prioridad en cualquier estrategia de gestión de emergencias.