27 Oct WiFi en los aviones, ¿Cómo funciona?, ¿Por qué no está asentado?
A pesar de que la conectividad forma parte de nuestra vida casi como respirar, aún echamos en falta unas mejores conexiones de red en la mayoría de los medios de transporte. Trenes y autobuses, e incluso barcos de pasajeros, hace tiempo que ofrecen ese servicio a los viajeros. Pero distan mucho de tratarse de tipos de conexiones inalámbricas con la estabilidad o el ancho de banda suficientes como para satisfacer una alta demanda, con los estándares de la actualidad, de un grupo nutrido de personas de manera simultánea.
Y si esto es así en tierra y mar es mucho más acusado en el aire, cuando se trata de vuelos comerciales. Hasta ahora no ha sido posible la conectividad de usuarios durante un viaje en las aeronaves de pasajeros. De hecho, el «modo avión» de los teléfonos móviles desactiva toda conectividad, precisamente porque las regulaciones del tráfico aéreo y de la seguridad en estos aparatos así lo ha desaconsejado, históricamente. Pero la realidad tecnológica ha cambiado y la conexión de redes en los aviones está muy cerca de hacerse realidad gracias al 5G.
Mitos y realidades de la conectividad en un avión ¿Es peligroso?
Absolutamente, no. El transporte aéreo es, de largo, el más seguro del mundo y nadie tendría permitido volar en avión si encender un dispositivo con conectividad a bordo supusiera el más mínimo riesgo para la seguridad, aún en caso de un mero descuido. El hecho de mantener los móviles y tablets apagadas en todo momento —o al menos en las maniobras más delicadas, como el aterrizaje y el despegue— es una medida de máximos en prevención.
No olvidemos que las conexiones de red inalámbricas hacen uso del espacio radioeléctrico, como muchos de los sistemas del avión. Aunque lo hacen en frecuencias y longitudes de onda totalmente distintas esto no es obstáculo para hacer bueno eso de «prevenir, antes que curar».
Cómo funciona la conexión de redes WiFi en un avión
Básicamente existen dos modalidades de conectividad inalámbrica para cualquier aeronave: tierra-aire y aire-aire. En el primer escenario la señal de red es enviada por distintas antenas emisoras al avión conforme este se desplaza sobre el terreno, aún a grandes altitudes. En el segundo caso la señal es recibida en la cabina de pasajeros proveniente de un emisor satelital.
En el primer caso, la señal no es posible cuando se sobrevuelan grandes extensiones sin ninguna antena en kilómetros —como por ejemplo sobre los océanos—, lo que convierte la conectividad en esporádica y lenta. El segundo método, gracias a la señal satelital, es mucho más efectivo, estable y rápido, pero también es mucho más caro; razón por la cual la gran mayoría de aerolíneas añade un sobre coste si se quiere hacer uso de la conectividad en cabina.
¿Puede la conectividad 5G convertirse en un estándar en el aire?
Las características técnicas de estas dos modalidades, la falta de estabilidad y el alto coste para el usuario que quiera conectarse. Estas son, probablemente, las razones principales que han hecho que la conectividad en vuelo no haya terminado de ser una realidad en el día a día de las aerolíneas comerciales. Hasta ahora. Las capacidades de transmisión del 5G, su bajísima latencia y su estabilidad puede convertirla en un nuevo estándar.
De hecho, desde finales de 2022 la Unión Europea ha permitido a las aerolíneas que lo deseen adaptar sus flotas técnicamente para recibir señales 5G, haciendo posible así la conectividad inalámbrica ininterrumpida de alta velocidad en vuelo. Al menos en los trayectos entre países de la UE. Según el comisario de Mercado interior, Thierry Breton, el 5G «permitirá servicios innovadores para las personas y oportunidades de crecimiento para las empresas europeas». Para Breton «El cielo ya no es un límite cuando se trata de las posibilidades que ofrece la conectividad súper rápida y de alta capacidad», según declaró a los medios cuando se hizo pública la decisión.