El pasado año ha sido de especial importancia en lo relativo a la conectividad. Por un lado, porque se ha asentado la tendencia expansiva iniciada en la pandemia de integrar la tecnología en el día a día, tanto en la esfera profesional como en la personal. Por otro porque, a pesar de la crisis económica y el tenso contexto internacional, las instituciones están haciendo muchos esfuerzos por dotar de recursos económicos a las distintas administraciones regionales que permitan mejorar las infraestructuras de fibra óptica —especialmente en los entornos rurales— y que faciliten a las empresas su traslación hacia la digitalización.

Bono social, fibra óptica más barata y Kit Digital para empresas

Una de las medidas más importantes, por su impacto y dimensión económica, ha sido la dotación de fondos a las Comunidades Autónomas a través del Programa de Universalización de Infraestructuras Digitales (UNICO). El primer tramo de inversión —que cubre los años 2022 y 2023— se hizo efectivo en el mes de marzo y alcanzó el montante total de 155 millones de euros.

Esta cantidad global estuvo compuesta por 75 millones destinados a Industria y Empresas para reforzar la conectividad en polígonos, centros logísticos y áreas de concentración de actividad económica, situados en zonas blancas o zonas grises NGA. También comprendió el uso de 60 millones de euros para convertir en redes de alta capacidad la infraestructura común de conectividad en 13.600 edificios construidos antes del año 2000.

Uno de los campos de acción del programa UNICO con mejor aceptación fue el bono social, dotado de una capacidad global de 30 millones de euros para hacer efectivos 125.000 paquetes destinados a la adquisición por parte de particulares, familias y empresas de una conexión de banda ancha a través de la fibra óptica más accesible antes del 31 de diciembre de 2023.

A estas medidas se suman las recogidas en el Kit Digital para empresas, que ofrecen desde los 2.000€ hasta los 12.000€ para implementar soluciones tecnológicas como la ciberseguridad, la presencia digital a través de la web o las redes sociales, el comercio y la factura electrónica o la analítica de Big Data, por citar algunos ejemplos.

Desde este año se podrá contar con conectividad permanente en los aviones

Dadas las exigencias de conectividad actuales, hay espacios en los que el acceso permanente a Internet de alta velocidad resulta imprescindible, aunque hasta ahora no haya supuesto una prioridad. El interior de los aviones durante los vuelos es unos de esos espacios. A lo largo de este pasado año se han desarrollado las primeras pruebas con aspiración de continuidad, para permitir el acceso de banda ancha inalámbrica durante los traslados aéreos. Conectarse a Internet para trabajar, comunicarse con otros o disfrutar del ocio digital durante todo un vuelo será una realidad a lo largo del 2023.

La zona rural está en el objetivo para implantar infraestructuras digitales

Dotar de acceso a Internet a pueblos del interior del país y a zonas rurales donde esta es deficiente —o donde no existe— ha sido otra de las prioridades estratégicas a lo largo del 2022. En muchas Comunidades, como Asturias, Andalucía o Aragón se han desarrollado programas, también con la financiación de los fondos de UNICO y de la iniciativa europea NexGenEU, para implementar infraestructuras de conectividad 5G y para la conexión vía satélite, allí donde el tendido de fibra óptica no es viable.

A este desarrollo también se suman el diseño de programas de alfabetización tecnológica, tanto en niveles inferiores de enseñanza en los centros educativos, como con itinerarios formativos destinados a otros segmentos de edad, hasta llegar a los adultos mayores. El objetivo de este tipo de acciones es reducir significativamente la brecha tecnológica a lo largo del 2023 y llegar a los Objetivos de Desarrollo del Plan España Digital 2026.