El Black Friday, una tradición comercial norteamericana que promueve agresivos descuentos, se ha extendido globalmente y ya es hoy una de las campañas más importantes del año en todos los sectores que se dediquen a la compra venta. Por su ubicación en el calendario, además, es un momento de relevancia estratégica, justo antes de otra de las campañas donde se concentran un porcentaje importante de las ventas anuales: la Navidad.

El metaverso será un nuevo territorio virtual para la venta de bienes y servicios, tanto digitales como analógicos. Y afrontar citas como el Black Friday y la Navidad desde el metaverso puede valer para alcanzar un objetivo doble. Por un lado, posicionarse estratégicamente mejor que los competidores que no den el paso hacia lo virtual en el momento adecuado; apostar por el metaverso hoy es utilizar la innovación tecnológica como aporte de valor para la marca.

Por otro, para establecer un campo de pruebas —tecnológicas y comerciales— para abrir nuevos mercados y oportunidades en todos los sectores en los que las marcas deseen intervenir. Accediendo a nuevos sectores de público y desarrollando nuevos productos y servicios.

Qué es el Black Friday

El Viernes Negro se celebra en Estados unidos en el primer viernes tras la festividad de Acción de Gracias. Se trata de una fecha que, desde 1961, los comerciantes minoristas norteamericanos aprovechan para implementar y sacar partido a políticas de descuentos en la semana posterior a las festividades de Acción de Gracias, que en la cultura estadounidense tiene gran importancia.

Recibe el apelativo de «negro» porque este es el código que los policías y agentes de tráfico utilizan para designar situaciones de saturación vial y peligro en el tránsito de vehículos y peatones. La afluencia de personas durante esta fecha, tanto en las vías comerciales como en los caminos adyacentes, muchas veces generaban auténticos caos circulatorios, por lo que esta designación cromática quedó fijada a su nombre para siempre.

Actualmente y gracias a la globalización, este día —e incluso la semana donde se ubica— se aprovecha en todo el mundo para promocionar descuentos agresivos, sin tener demasiado en cuenta su origen histórico o los motivos que motivaron su creación en un principio.

Preparar un Black Friday y una campaña navideña en el metaverso

Aunque el punto de vista comercial no difiere demasiado en el metaverso y en el mundo analógico, sí que es necesario tener en cuenta las particularidades del mundo virtual, si se quiere implementar una estrategia de estas características. Como mínimo hay que tener en cuenta:

• El tipo de producto: Hay que decidir si se van a ofertar NFT, aplicaciones, software, mejoras para los avatares del propio metaverso —es decir, productos de carácter digital, pensados para el consumo en el metaverso— o vales de descuento y ventajas similares para canjearse en las tiendas físicas del mundo «real».
• Espacio de venta en el metaverso: Es esencial disponer de un espacio propio de la marca en el metaverso para que ejerza las veces de escaparate virtual de productos y de espacio de interacción de los usuarios con sus respectivos avatares.
• Estrategias virtuales exclusivas: Las posibilidades que ofrecen las gafas de realidad virtual hacen posible diseñar demostraciones de producto en tiempo real en el metaverso, streams de influencers haciendo uso de lo que se pretende vender, sorteos exclusivos y otro tipo de dinámicas que tendrían validez de aplicación únicamente en el entorno del metaverso.

El metaverso vive un momento crucial, ya que está dando sus primeros pasos. Poner la vista en citas importantes como el Black Friday o la campaña navideña utilizando las «lentes» del metaverso ofrece una panorámica muy prometedora para quienes deseen apostar por la innovación tecnológica.