01 Jul Las pymes en el ámbito rural: la digitalización como palanca al éxito
La tecnología lleva décadas desarrollándose a una velocidad que pocos podían anticipar. Esa evolución, acelerada y casi exponencial, está ayudando a prácticamente todos los sectores de la sociedad a dar pasos adelante hacia el futuro. El respaldo que la digitalización ofrece a la empresa es notable. Especialmente a las PYMES, ya que cualquier sinergia tecnológica puede suponer un «cambio de juego» importante, para bien.
Para que este ecosistema resulte realmente provechoso para las PYMES, no sólo basta con disponer de una infraestructura de conectividad de garantías. En entornos como el rural, a la conectividad es necesario sumar otros factores que contribuyan a un desarrollo sostenible y enfocado hacia el éxito en el futuro: herramientas, formación, proyectos adaptados a las necesidades reales del campo, inteligencia artificial enfocada al sector, etc.
Los principales retos de la innovación tecnológica en el campo
La Agricultura 4.0 representa una realidad deseable a corto plazo pero, de momento, tiene más componentes aspiracionales. Principalmente porque los retos a los que se enfrenta la digitalización y el mundo rural, ni son pocos, ni son sencillos de implementar. Entre otros muchos, los principales podrían ser:
- Gestionar un nuevo modelo agrario. Transformar la concepción misma del trabajo en el ámbito rural de manera transversal es, quizás, la tarea más ambiciosa. Pero, al mismo tiempo, una de las más necesarias. La digitalización debe servir —y aplicarse— en todos los ámbitos y tareas agrarias: desde la cosecha automatizada de cultivos, hasta la utilización de drones para el control de plagas, pasando por el riego asistido por inteligencia artificial o el monitorizado y geolocalización de la actividad de rebaños 24/7, por ejemplo.
- Impulsar la importación y exportación: Para que las PYMES del ámbito rural saquen auténtico rendimiento económico a la innovación tecnológica hay que superar la vía de entrada derivada del comercio interior. Ser capaces de gestionar y servir pedidos fuera de las fronteras, cumpliendo los nuevos estándares en tiempo, logística y calidad. Además, una relación directa con el usuario final —impensable hace unos años—también puede suponer un impulso importante.
- Formación: Ni los retos expuestos, ni los demás que también existen, serán posibles si los responsables de las PYMES y los actores implicados del mundo rural están formados y preparados para ver y entender la innovación tecnológica como una aliada. Desarrollar proyectos formativos que doten a las PYMES de conocimientos y herramientas, de hardware y software, es probablemente una de las claves más importantes.
- Conectividad: Del mismo modo, nada de lo anterior será posible si la tecnología 5G y un Internet de altísima velocidad llega a todos los rincones del mundo rural. Las iniciativas del ejecutivo en esta dirección son ambiciosas, pero se han ido reajustando a las necesidades de cada momento y afrontan el «rubicón» de 2025 con esperanza y optimismo.
Aplicaciones de la digitalización a explorar por las PYMES
A pesar de lo expuesto anteriormente, las PYMES no pueden sentarse a esperar que los problemas «se solucionen solos». Desde ya mismo pueden implementar mejoras y desarrollos propios de la innovación tecnológica y la transición digital en sus negocios. En el mundo rural y en otros contextos.
- Cloud computing: Habituarse a trabajar en la nube, transferir documentos e información, almacenar y compartir datos relevantes sin necesidad de recurrir a soportes físicos, o sin depender de un emplazamiento determinado puede expandir las posibilidades de trabajo —y sobre todo la agilidad y la operatividad— de las PYMES.
- Chatbots y redes sociales: Automatizar la interacción básica con los usuarios finales y con potenciales compradores a través de chatbots, además de utilizar las redes sociales como vertebrador de venta y marketing directo resulta hoy en día ineludible.
- Robotización: Aunque a la inteligencia artificial y a la robótica aún le queda mucho desarrollo, hoy en día ya hay muchísimos procesos en el mundo rural que pueden automatizarse. Contar con estas ayudas de la digitalización ya es posible y sería casi suicida no tratar de aprovecharlas.
Es cierto que los obstáculos aún están presentes, pero las PYMES del mundo rural ya pueden viajar junto a las de otros sectores económicos con la misma confianza en que la innovación tecnológica puede conducirlas hacia el éxito con voluntad, deseos de transformación e inversiones nada prohibitivas.