El metaverso ocupa muchos de los debates y las reflexiones de los gurús del mundo tecnológico, actualmente. En esos debates todavía predominan las preguntas sobre las respuestas: ¿será tecnológicamente viable? ¿cómo entrar en el metaverso siendo una empresa o una corporación? ¿será realmente una extensión del mundo real o sólo un espacio limitado al ocio y el entretenimiento? ¿qué dispositivos harán falta para sumergirse en el metaverso? ¿será económicamente asequible para el usuario medio? ¿requerirá conocimientos avanzados o será sencillo?

Además, surgen muchas preguntas de tipo legal que, igual que las anteriores, buscan respuesta y establecerán un marco de referencia para el metaverso del mañana. Si realmente hablamos de una realidad virtual, que forma parte efectiva de la sociedad y que — al menos en teoría — camina de manera paralela e independiente a la «vida real» tenemos que atender a los derechos, libertades y obligaciones que operarán en el metaverso. Así como las leyes que deberán dar respuesta a diferentes contextos y realidades. Algunas de estas realidades se corresponderán con los conflictos de la sociedad física, otras serán específicas de un entorno digital, como el metaverso.

Retos legales en el metaverso

Las principales preocupaciones legales en un mundo virtual como el metaverso ya están presentes desde hace años en Internet, porque comparten problemática esencial: hablamos de la identidad digital, la privacidad y la protección de los datos personales. ¿Cómo garantizar que en el metaverso cada persona y entidad privada o pública es quien dice ser? ¿Qué información de tipo personal y sensible circulará por el metaverso y cómo protegerla o limitarla?

La legislación vigente, orientada a proteger los datos personales y garantizar los derechos digitales, es muy reciente a pesar de la antigüedad de Internet — Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre —. Esto es una muestra de lo complicado que resulta desarrollar jurídicamente un cuerpo de normas que cubra todos los escenarios posibles y proteja los derechos y libertades de todos, además de regular sus obligaciones. Aún no existe una legislación específica relativa al metaverso, pero gran parte de las leyes tendrán que tener como punto de partida los preceptos de la legislación con la que ya contamos. Otras tendrán que crearse expresamente para atender a marcos específicos del metaverso.

Por ejemplo, ¿quién gobernará el metaverso, ante quién se deberá responder? Aunque el metaverso es fruto de una iniciativa privada — es decir, una empresa con sus propios intereses y «reglas» —, en él operarán ciudadanos y ciudadanas de muchos países, que tendrán derechos y obligaciones. El único marco legal no puede ser el establecido por los términos y condiciones que aceptan estos usuarios para acceder y operar el metaverso. Pero ¿se aplicará la normativa nacional de cada usuario? ¿Existirá un marco internacional al que acudir? La Comisión Europea está trabajando actualmente en dos propuestas legislativas, una sobre  servicios digitales y otra para reglamentar mercados virtuales, aunque parece necesario extender el rango de acción de la legislación europea a la gobernanza y a los derechos  y obligaciones de los ciudadanos y ciudadanas particulares. Además, se deberá fijar el papel de las Organizaciones Descentralizadas Autónomas (DAOS) y el funcionamiento de los contratos inteligentes.

¿A qué deben prestar atención las marcas en el metaverso?

Por otro lado, las empresas, marcas y entidades con orientación comercial también deberán atender a determinados aspectos. Partiendo de los asuntos elementales, como la garantía y la seguridad de los pagos y las transacciones — desde los NFT a las criptomonedas — hasta llegar a la protección de los derechos de propiedad intelectual e industrial. Por no hablar de los derechos laborales.

Aparte de los usuarios que ejerzan un papel pasivo en el metaverso, ¿habrá trabajadores virtuales? ¿únicamente operarán entidades de inteligencia artificial?, en caso de conflicto ¿serán necesarias instituciones de justicia en el metaverso o se dirimirán los problemas en los juzgados físicos? Ya hemos visto en esta sección de noticias que los tribunales aún no pueden considerar como material procesal válido elementos generados o extraídos de un contexto digital.

En definitiva, estamos ante un ecosistema aún incierto y que con seguridad generará errores. Aunque la legislación del metaverso aún está por desarrollarse deberá cimentarse en las normas ya vigentes y las que se están creando para responder a todos los escenarios del mundo digital.