La tecnología 5G continúa un avance imparable hacia su implantación definitiva en la sociedad y su uso normalizado. La conectividad 5G está claro que se posiciona como uno de los catalizadores más importantes para movilizar y transformar la economía, dinamizar la industria de las telecomunicaciones y también otros sectores clave del desarrollo económico.

Además de las operadoras, los fabricantes de dispositivos, los proveedores de servicios y otras empresas del mundo TIC, actores de áreas tan estratégicas como la automoción están tomando posiciones y realizando las primeras pruebas para evaluar el impacto de los vehículos 5G, tanto en la forma de entender el transporte como en el enfoque del desarrollo de las infraestructuras necesarias para la movilidad del mañana.

La tecnología 5G como palanca transformadora de la economía

Desde la perspectiva del usuario medio, el 5G promete más velocidad en Internet, una latencia mucho menor de la actual y la posibilidad de conectar un número mayor de dispositivos — tanto en cantidad como en tipología —. Pero lo que realmente supone una oportunidad, más allá de la conectividad 5G, es la cantidad de puertas de negocio que se abren en un futuro muy cercano: fábricas robotizadas operadas a distancia, ciudades inteligentes plagadas de sensores, coches autónomos, tele medicina con posibilidad de cirugías remotas y mucho más.

Para que todo esto sea posible, tanto gobiernos como empresas deben trabajar conjuntamente. Además no deben ponerse límites en los objetivos, por muy futuristas que parezcan y sus esfuerzos deben estar dirigidos a lograr que el 5G llegue a cada rincón, ya sea en una zona urbana o en un paraje rural. Estas son las conclusiones más importantes del encuentro 5G: una revolución tecnológica que exige una conciencia colectiva, organizado por El País y Ferrovial y celebrado recientemente en la ciudad de Madrid.

Rafael Fernández, director de innovación de Ferrovial, pensando en los modelos de movilidad del futuro en ciudades inteligentes aseguró que «El 5G puede convertirse en un estándar de comunicación en las carreteras, de tal manera que el usuario y el coche sepan cuando un vehículo viene en dirección contraria, la velocidad óptima para incorporarse a un carril o dar prioridad a un coche en caso de emergencia».

Los vehículos 5G ya están aquí

Y es que el transporte dotado con conectividad 5G ya es una realidad en este año 2022. En la norteña región española de Aragón, a lo largo de los próximos meses, se llevarán a cabo las primeras pruebas de conducción asistida en la Ciudad del Motor en Alcañiz, gracias a la conversión del complejo Motorland y Motortech en un puntero centro de investigación para el coche autónomo, tal y como aseguró la consejera de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento del gobierno aragonés, Maru Díaz, en la presentación del proyecto a finales del pasado año.

Dotado de varias fases y con un marcado carácter multidisciplinar, contará con una inversión de 2,2 millones de euros a cargo del Fondo de Inversiones de Teruel (FITE). En la primera fase se dotará al complejo de conectividad 5G e Internet de banda ancha, además de fibra óptica. Esto permitirá la recepción de datos gracias a los sensores que se instalarán, tanto en las pistas del circuito como repartidas por el conjunto de las instalaciones.

También se trabajará en una plataforma de vehículo conectado con tecnología Drive by Wire, que dotará al vehículo de hardware de control de navegación autónoma y sistemas de percepción, como cámaras, láseres y radar. Posteriormente se ajustarán los algoritmos básicos para la navegación autónoma y se realizarán las primeras pruebas de conducción autónoma en trazados prefijados.

El último paso será integrar la comunicación 5G en el vehículo y llevar a cabo su enlace con los diferentes nodos y antenas ya instalados en Motorland, para comprobar que la cobertura y las prestaciones en todos los puntos del circuito son las correctas. De esta forma, se podrá realizar la interacción con el vehículo en tiempo real.