No hace muchos años pensar en un coche medianamente autónomo, un hogar inteligente o un dispositivo móvil con aplicación práctica más allá del teléfono móvil era casi una utopía. Esa proyección de futuro se ha transformado en presente en poco más de una década.

La expansión e implantación de una red 5G cada vez más extensa y estandarizada, sumada a la eclosión paulatina del «Internet de las cosas» (IoT) hace que la interconexión de dispositivos muy heterogéneos a nivel usuario sea una realidad perfectamente asimilada: desde smart watches y asistentes virtuales, hasta bombillas y sistemas de gestión de la energía doméstica, pasando por automóviles con ayudas a la conducción e incluso prendas de vestir inteligentes.

Esta dinámica no hará otra cosa que aumentar su peso en la vida cotidiana. Por añadidura, ya entra dentro de los planes de desarrollo de la realidad empresarial en prácticamente todos los sectores. Se trata de un ingrediente imprescindible en términos de progreso, flujos de trabajo y productividad en la industria, la logística, los procesos de fabricación y almacenaje, medios de transporte, infraestructuras, etc.

Más allá de la red 5G para el sector empresarial

Un aumento significativo de la cantidad y tipología de dispositivos, sumado a la complejidad de las interconexiones o la necesidad de inmediatez y fiabilidad sitúa a las empresas de estos sectores — y otras muchas — ante el reto de disponer un campo de acción adecuado.

A mayor número de dispositivos smart, mayor interacción y sinergia entre ellos. Es imprescindible que, para gestionar este complejo ecosistema interconectado, las empresas hagan uso de una IoT apropiada para un escenario más exigente a través de la intervención de la inteligencia artificial: nos referimos a la AIoT.

La aplicación práctica en campos como la domotización y automatización de fábricas, la intervención de robots en procesos de almacenaje y distribución o el desarrollo útil de líneas de reparto con drones, por ejemplo, están aún en sus primeros estadios de desarrollo. No obstante, muchas corporaciones están preparando el terreno para abrazar el AIoT  a través de la instalación de redes 5G y la adopción generalizada del 5G como estándar de conectividad.

Un operador neutro en este nuevo escenario

Indudablemente, la AIoT en el sector empresarial ya está reclamando protagonismo. Por ello, aquellas organizaciones que están planteando una transición digital de alto impacto en sus procesos buscan partners experimentados y de garantías, en este viaje que no puede demorarse y del que depende su supervivencia a corto plazo.

En ese sentido, la intervención de un operador neutro como lyntia en esta asociación estratégica garantiza líneas de trabajo focalizadas en la obtención de resultados y no en la competencia por cuota de mercado. Un Internet de altísima capacidad con fibra óptica adaptada a sus necesidades, una infraestructura 5G sólida, fiable y segura para el desarrollo de diferentes líneas de trabajo en traslación digital y móvil o una red de fibra óptica preparada para adaptarse a sus exigencias de conectividad por elevadas que estas sean.

Del mismo modo que Internet modificó nuestro mundo y nuestra forma de verlo hace apenas treinta años, la inteligencia artificial va a cambiar nuestra manera de mirar hacia la industria, el trabajo, el transporte y el mercado económico. De hecho ya lo está haciendo. Aprovechando nuestra experiencia, flexibilidad, solidez y versatilidad podrá enfrentarse a esta segunda revolución digital con mayores garantías de éxito.